Lily Lou y Abigail Morris están organizando un puesto de limonada para recaudar fondos para la hermandad en su elegante comunidad. El guardia de seguridad de la comunidad, Scott Nails, les ha advertido muchas veces que no está permitido solicitar nada. A Lily y Abigail les molesta que Scott sea tan estricto con las reglas e intentan convencerlo para que les permita tener su puesto de todas formas. ¿Cómo se supone que Scott debe decir que no? ¡Especialmente cuando recibe un bocado de ese dulce, dulce jugo de coño!