Jezabel se estaba bañando en su patio trasero cuando su vecino accidentalmente arrojó su pelota por encima de la cerca. Cuando él se acercó para recuperar la pelota, ella aprovechó la oportunidad y le pidió que la untara de aceite. Él comenzó a untarle aceite por todo el cuerpo con mucho gusto. Pero eso no fue todo. Ella quería más. A partir de ahí, le preguntó si podía ir un poco más allá y pronto él estaba tocando su apretado coño e incluso su culo. Finalmente, no pudo resistirse más, así que le rogó que le permitiera ver la polla de su vecino. Después de atragantarse con ella durante un tiempo, le suplicó que deslizara su polla en su apretado culo. Se la cogieron por el culo en varias posiciones diferentes, haciéndola correrse varias veces antes de que él le corriera una gran carga dentro del coño.