Jasmine expresa sus deseos insaciables en la tintorería local, donde no puede resistir la tentación de masturbarse en los pasillos. Mientras el tendero está distraído, Jasmine libera un torrente de chorros, dejando un misterioso charco en el suelo. Cuando otro cliente la pilla en el acto, el tendero intenta echarla, pero ella no se rendirá sin luchar. En un giro impactante, Jasmine llama a la policía y, para sorpresa de todos, el oficial que llega está tan hambriento y cachondo como ella. Lo que sigue es un festival de sexo frenético y sin restricciones, con folladas faciales, folladas por el culo y un orgasmo lleno de semen. ¿Volverá esta pequeña tienda a ser la misma después de la oleada de chorros de Jasmine? Es dudoso. Pero una cosa es segura: ¡este es un desastre que al tendero no le importará limpiar!