Cuando el entrenador descubre a Yeri devorando el coño de Lexi en el baño, decide que es hora de llevar su juego sexual al siguiente nivel. El trío se traslada a una mesa de masajes, donde el entrenador observa en secreto desde abajo, echando un vistazo a las deliciosas tetas de Lexi mientras Yeri las hace balancearse. Pero cuando Yeri sale a tomar un respiro, el entrenador aprovecha la oportunidad para someter a Lexi a una serie de posiciones extremas, llevando sus límites al máximo. Justo a tiempo, Yeri regresa y el entrenador se esconde, pero no puede resistirse a aparecer para ofrecerle algo de ánimo a Yeri. El resultado es un final abrasador y empapado de semen que te dejará sin aliento.