¡El BangBus no para, muchachos! Constantemente vagamos por las calles de Miami buscando chicas hambrientas de dinero dispuestas a hacer lo que sea por dinero. Esta semana nos topamos con esta chica camino a su grupo de estudio de la universidad. No quería parar porque tenía prisa. Sin embargo, una vez que empezamos a enseñarle algo de dinero, estaba más que dispuesta a charlar. Después de darle algo de dinero gratis, le ofrecimos aún más para ver qué hacía por él. Finalmente, terminó dentro del autobús dispuesta a hacer lo que fuera por unos pocos dólares. Logramos que enseñara sus alegres tetas e incluso nos enseñara su coño. Mientras la teníamos distraída, nuestro chico Treyy empezó a quitarle la ropa sin que se diera cuenta. Una vez que se dio la vuelta, se sorprendió por el tamaño de su polla. Fingió no saber qué estaba pasando, pero no podía dejar de mirarle la polla. A partir de ahí, preguntó si le daría más pasta por tocarle la polla. Le tiramos un fajo de billetes y entró. Empezó a chuparle la polla mientras conducíamos por las calles del sur de Florida. Pasó de chuparle la polla a rogar que le estiraran el coño. Treyy hizo precisamente eso. La penetró en varias posiciones. Ella disfrutó cada segundo. Después de que Treyy se corriera sobre su vientre, llegó la hora de despedirnos. La dejamos limpiarse, le dimos los fajos de billetes y la despedimos.