Además de su trabajo como profesora universitaria, Silvia Santéz vende fotos explícitas en línea. Cuando algunos padres descubren su contenido, se presentan en la escuela para confrontarla, alegando que es una mala influencia para los estudiantes y amenazando con denunciarla al decano. Pero Silvia no se rinde fácilmente y logra llegar a un "acuerdo sexual" que cambia por completo el equilibrio de poder.